Otras cosas

Machismo en la dirigencia comunitaria

Hay un grupo de mujeres jóvenes que trabajan como staff o voluntarias en diferentes organizaciones judías, que están queriendo conmover la sólida estructura machista de nuestra dirigencia y entrar a jugar con pleno derecho. Es interesante y muy alentador. Nosotras -junto con Aida y Susy entre otras- lo intentamos hace un tiempo, ahora les toca a las más jóvenes, con entusiasmos renovados. Están intercambiando correos y comparto ahora uno que envió Patricia Kahane y el comentario que me estimuló. 

De Patricia: ... me entusiasma que tomen la posta de un tema de absoluta relevancia y completamente relegado al interior de la vida comunitaria institucional. Es un camino arduo el que esta por delante. Nuestra comunidad es profundamente machista en sus practicas, y ni que hablar en sus modos de liderazgo, y esta es una modalidad diria q bastante aceptada x todos sus miembros. Se cruzan todo tipo de cuestiones, que incluyen desde temas religiosos hasta cuestiones de clase. Tema largo.

Mi comentario: Tus palabras me hicieron acordar de una experiencia -entre tantas, todas iguales- que viví en septiembre de 2016 en un brindis de Rosh Hashaná en el que la municipalidad de Vicente López invitó a toda la dirigencia judía y la crème de la crème paisana. 

Éramos un puñadito de mujeres desperdigadas por ahí, poquitas. El número de señores ganaba por afano.

Me acerqué a un grupo de hombres, los conocidos de siempre, que veía conversando animadamente, riendo, satisfechos y rebosantes. Cuando estuve dentro del círculo invisible que habían conformado, dejaron de hablar, me saludaron cordial y hasta cariñosamente, pero hicieron una especie de vacío energético claramente expulsivo hacia mí. Como si mi presencia impidiera que siguieran en lo que estaban -¿minas? ¿negocios? ¿fútbol? ¿chimentos comunitarios? ¿chistes subidos de tono?-. 

¿En qué estaban que mi presencia les incomodaba o interfería tanto? 

Tal vez en nada en particular. Tal vez el solo hecho de ser mujer descuajeringaba la conversa y les era incómodo. 

Como si ante mi habría que hablar de recetas o nietos. 

Como si la testosterona que derramaban a raudales de pronto cortaba el chorro potente cuando una mujer estaba cerca, al revés de lo que uno podría suponer. 

O peor aún, como si la presencia de una mujer pusiera en peligro el statu quo -otra vez: ¿cuál?- y los llevaba a perder espontaneidad.

Por supuesto que no me detuve más que unos instantes y me di vuelta oronda como si no me importara. 

Pero me importaba. 

Y me enojaba. 

Brindando con el intendente Jorge Macri

Brindando con el intendente Jorge Macri

Porque cada uno de los que estaba en esa ronda había tenido conversaciones personales e institucionales conmigo y me habían tratado con deferencia, amistad y consideración. Algo pasaba cuando se juntaban, como si el escenario fuera el vestuario del club con los tipos charlando en bolas, sacándose los mocos o tirándose pedos haciendo reír a los demás. 

Como si fueran un grupo de púberes asustados de su rendimiento sexual que, para sentirse mejor, se burlan de las mujeres, les bajan el precio y se potencian entre ellos con golpes en el pecho y alaridos guturales. 

Uf, me pianté para el lado de las cavernas. Por ahí es ese resto neurobiológico que sigue sin evolucionar y los hombres, cuando se vuelven dirigentes o figurones o figuretis, recuperan aquella condición ancestral y blanden sus herramientas -dinero, panza, pito, posición social, poder- con aire de vencedores. Y las mujeres no tendríamos nada que hacer ahí.

Fake news, creación del nazismo

Volksempfänger -Receptor del Pueblo-

Volksempfänger -Receptor del Pueblo-

El Volksempfänger, receptor del pueblo, fue producido a partir de 1933 por el Ministerio de Propaganda e Ilustración Pública del Reich. Todos querían tener una radio en su casa, esta nueva invención proveía noticias, música, novelas y entretenimiento directamente a cada hogar. El ministro Joseph Goebbels advirtió inmediatamente su enorme potencial de difusión para hacer llegar los mensajes e instalarlos en la vida cotidiana de todos los alemanes. El Volksempfänger se vendía a precio muy inferior a cualquier otro aparato de radio de modo que cualquiera lo podía comprar. No solo cada una y toda familia alemana tenía una radio sino que el Ministerio enviaba una fuerza de control que iba casa por casa para confirmar que la radio estaba encendida y que el discurso de Hitler o de Goebbels por cadena nacional era oído por la familia entera. Se exigía que todo restaurante y café tuviera una y que los discursos fueran emitidos. También había parlantes en las calles ubicados en postes y columnas de alumbrado público que tronaban a todo volumen las encendidas diatribas nazis.

La radio fue un medio privilegiado de penetración que, en medio del terror de ser visto como opositor, fue homogeneizando la “opinión pública” y encarrilándola en el sentido que el Ministerio pretendía.

Cuando el mismo mensaje, es repetido y replicado por variados dispositivos, primero puede sonar extemporáneo pero a medida que la reiteración se hace música de fondo, se va “naturalizado” e imponiendo y genera en muchos un cambio de visión. ¿Quién se animaría a decir lo contrario? La aceptación paulatina, al principio instrumental, corre el peligro de internalizarse y volverse parte de uno mismo.

Goebbels fue un maestro en la generación de lo que hoy llamamos fake news y un brillante estratega en los mecanismos implementados para su difusión e instalación.

Discursos por cadena nacional obligados y audibles en todas partes, casi imposibles de ser evadidos, con mentiras y consignas que fueron penetrando lentamente como tóxicos “naturales”. La conspiración judeo-bolchevique. La puñalada por la espalda. La “teoría racial”¿La gente los incorporó por ingenuidad, por tontería? No fue así. Fue debido al  terror. El terror de sugerir siquiera una reflexión o comentario crítico. Fue porque había que tener un trabajo para mantenerse y el régimen especulaba con eso; había que estar afiliado al partido y al sindicado adecuado y, además de no ser judío, no tener ninguna mancha, por pequeña que fuera que levantara sospecha alguna de comunismo o activismo político opositor.

Goebbels tuvo tan claro que la remodelación de la opinión pública era esencial para el mantenimiento e incremento del poder del III Reich -que iba a ser de mil años-  que fue la primera vez en la historia que la propaganda tuvo un ministerio. Desde allí el control era total. Afiches, obras de teatro, películas, periódicos y otras publicaciones, chistes, murmuraciones y sospechas, todo el rango posible era cubierto por el Ministerio de Propaganda e Ilustración Pública.

Pero la radio fue el eje central de la estrategia comunicativa porque entraba de buen grado en cada casa y vestía a las mentiras y consignas con el disfraz de la verosimilitud.

El éxito de Goebbels fue tan fantástico que sus sucesores, los gobiernos dictatoriales, totalitarios y fascisto-populistas que siguieron al tristemente pretencioso y desafinado “nunca más”, lo tomaron como modelo. Hoy día las fake news no llegan por la radio, sino mediante las usinas de engaños goebbelianas y son distribuidas por algunos referentes periodísticos y principalmente por las redes sociales que consumimos todos con la misma “ingenuidad” que aquellos alemanes, con la misma voracidad suicida.  

Captura de pantalla 2019-02-19 a la(s) 11.47.17.png

Publicado en Infobae: https://www.infobae.com/opinion/2019/02/18/goebbels-y-la-invencion-de-las-fake-news/

Antisemitism in Argentina. A personal and summarized view.

IMG_0278.JPG

Argentina belongs to the Christian community all around the world. Conquered and colonized by the Spanish, the cultural context has been, and still is, Christian, mainly Catholic.

The National Constitution stated in the XIXth. century that the country was Catholic, Apostolic and Roman, therefore its President had to be likewise. Only since 1994 that requisite was abolished.

Until 1955 elementary public schools taught Catholic Religion. I attended that classes because when my parents inscribed me they did not inform that we were not Christian. When the religion time came I remained in the classroom with most of the girls while some other, I did not know why by then, left the class and took "Morals". It still shocks me that the basic idea might have been that non Christians, mainly Jews, needed to be taught morals.

I was never discriminated nor attacked in any way because of my being Jewish. My last name does not show it and it seems that nothing of my behavior or physical appearance arouse any "suspicion". Without being aware of it, I followed my parents fears of not "inviting" the anti Semites to target me. And I succeeded.

Argentina is a friendly country but there have been several anti Jewish attacks during the past century and events that involved the Jewish population.

The Tragic Week, January 1919. This pogrom began when the Police took action against the workers in a heavy strike and it was soon followed with the hunt of the Jews. After the Russian Revolution the fear of communism spread all over the world. Also in Argentina. The flood of immigrants of Russian origin -they were Jews but came from Russia- brought socialist ideas that set the ground of the first wave of judeophobia, based on the previous anti Jewish biases installed and spread by the Church for centuries (the blood libel, the deicide, their greedy money and profit interests).

The perpetrators came from Catholic nationalistic right wing movements that lead after to the Patriotic League. Institutions put to fire, more than a thousand Jews were killed, their houses invaded and their belongings destroyed, and 4.000 were injured. Buenos Aires had a million and a half immigrants by then, 100.000 were Jewish, accused by the ultra Catholic nationalists of being “maximalists, acrats, anarchists, traitors, blood suckers, invading our country with their foreign and dangerous thought to end the power of the capitalists and to break Christian way of life” and so on.

The Tzwi Migal organization. Some Jewish "pimps" organized in the beginning of the XXth Century, a criminal organization called the Warsaw Organization aka as Tzwi Migdal. They "imported" poor Jewish girls from Polish shtetls -rural villages- with the promise of marriage, and forced them to work in their brothels. Argentine men adored the white and European French women, so these pimps passed the Jewish girls, also white and European, as French and the customers, no knowing the French language, were happy. The Tzwi Migdal was a powerful organization that bribed politicians, judges, policemen and flourished for nearly thirty years with a lot of brothels and drug traffic. It came to my knowledge recently that there has been the same procedure in Istanbul, Turkey. The Argentine Jewish community, ashamed and angry, put a "cherem" -a ban- on the Tzwi Migal partners and excluded them from their institutions. As money was not an issue, they had their own cemetery in a special place and built a big and luxurious synagogue. Surprisingly they were religious, in their own way of course given their dirty and criminal endevours. The organization was dismantled in 1930 when the courageous Raquel Liberman escaped and denounced them. When it became public it set a “confirmatory” heavy shadow on the Jewish common residents, as the worshipers of evil.

The Secret Directive 11. Before WWII Argentina, as most of the countries in the world, was thrilled by the German economic miracle performed by Hitler and the nazis. In 1938 during the Evian Conference, Argentina, as all the other attending representatives but the Dominican, did not have place for the Jewish refugees from Austria and Germany. Even more, in the same week that the Conference was held, the Foreign Affairs Ministry issued the Secret Directive 11 that forbid Embassies to give visas to the Jews. It was the summum of hypocrisy and mockery attending the Conference and at the same time issuing the directive. During the war Argentina remained neutral as many countries did and only declared war to the axis in march 1945 when the war was already lost for the Nazis. Just an accommodating gesture for pragmatic needs.

The Secret Directive 11 was valid after the war ended, so most of the Jews that immigrated after had to declare to be Catholic. So did we, my parents and myself. Only in 2005 the Secret Directive 11 was abolished after having been denied  for decades.

Perón and the Jews. It is a common statement that Perón and his administration were anti Jew. It is based on the fact that the doors were shut for the Jewish immigrants coming from Europe while some Nazi perpetrators were welcomed almost freely. Perón was a pragmatic politician, ideologies were the means to get power, as Groucho Marx said “these are my principles, if you don’t like them I have others”. He did not care where the money came from, so Nazi perpetrators were admitted as they brought a lot of money, business and connections that were interesting for the government. But I need to say that the Nazis that came to Argentina were the leftovers of the “better” ones grabbed by the US and the USSR, but the ones that came here were resourceful and proved to be useful. Both, Jews and Nazis entered at the same time, and sometimes in the same ships. A good amount of Jewish survivors could immigrate, most of them lying of course about their ethnic origin, and remained illegally. Until 1949 when the peronist government issued and amnesty so immigrants could regularize their situation. This legal issues did not affect our life that went on well and smoothly, we could go to school, study and work and thrive as any other Argentine resident.

Antisemitic outbursts. There was an outbreak of antisemitism during the sixties with Catholic Nationalist movement such as "Tacuara". In 1959 the Cuban revolution set an alarm on the fascists nationalistic groups and after Eichmann's kidnapping and then the military coup, there were some attacks on Jewish people and institutions with the usual anti Jewish arguments. Nothing new.

The bombings and the effect of the torn down walls. In 1992 the Israeli Embassy was bombed and in 1994 the Jewish Mutual Building, AMIA, too. More than 100 persons were killed, both Jewish and non Jewish. Both still impune, both still hurting us. But it had a non desired effect because it was a turning point in our presence and behavior. The walls that fell not only destroyed both buildings and took a lot of lives, it also opened the Jewish community to the streets. Rallies, demonstrations, interviews in TV, radio, the news, suddenly we were visible and the nuance about us like being different -morally less- began slowly to dissipate. No more hidden behind the supposedly defensive walls that proved not having defended us, we became open, transparent and outspoken. Schools, and synagogues, cultural and sport centers had to install a barrier in the street so no bomb-car could attack its premises which gave a further visibility. The need to protect us lead to this signals in the streets, kind of yellow stars, but in this opportunity our own decision. Everyone knows now where Jewish places are, we are not afraid anymore.

The reason we stayed. All in all things are better than it looks by the past paragraphs. The Jewish-Argentine community was one of the largest in the world. Argentina was a harbor for 500.000 of us in the best years. If everything would have been bad, it could not have happened. Let’s see some positive facts.

The Jewish Colonization. By the end of the XIXth century by means of the  Baron Hirsch’s Jewish Colonization Association, bought fertile land in Argentina so that the poor harassed Jews coming from the Russian pogroms, had a place to build a new life established as farmers. In this new Promised Land the new settlers learned the language, the habits and struggled over frustrations for not being skilled in how to grow plants and livestock (see here https://en.wikipedia.org/wiki/Jewish_gauchos). From farmers to doctors. But Jews are Jews and the will of succeeding and leading a good life made the farmers to plant seeds and harvest doctors. Teachers, professionals, entrepreneurs, writers and intellectuals of all kinds grew among them and enriched the local culture, academia and arts.

Less discriminated. It took some time but in the last years, more and more Jews belong to the government in outstanding positions and the official Church looks for interaction, conversations and is increasingly friendly in opposition to the past condition. Nothing changes in a fortnight but, even though antisemitism is not eradicated and a hidden layer still remains as part of the Christian culture, we can see that things are changing for the best. Some may not agree with me and call me naive, but this is my personal view taken from my own experience.

The prejudice is still here. We know that there is still this bias, this prejudice, this feeling about us, in some very strong in others mild but it is always there. I felt a lot of times that when I say that I am Jewish, something happens in the air, some energy sizzling arouses, a slight muscle shrinks in a defensive attitude that says “I must be careful about what I say now not to offend this woman”. That is why whenever I receive a new client in my therapeutic practice I make them know in some way that I am Jewish so if they have anti Jewish prejudices they can leave. It never happened but I know it could and I am always ready.

It is a complex world. I was born in Poland and came to Argentina in 1947. I could develop my life and career without being harassed, signaled or attacked. My children and grandchildren could and can too.

We live in a complex world, nothing is black and white. So is Argentina.


El texto me fue pedido por la International Federation of Jewish Child Survivors of the Holocaust para una presentación sobre el estado del antisemitismo en los diferentes países.

Adoctrinamiento de niños en Argentina

Captura de pantalla 2019-01-02 a la(s) 16.28.14.png

La infamia se repite. Como una pesadilla sin fin la creatividad del MAL se pone en práctica dirigida al adoctrinamiento de niños. No es nuevo en la historia de la Humanidad. Durante el nazismo el Ministerio de Propaganda del Reich liderado por Joseph Goebbels se ocupó de crear, producir y difundir innumerables materiales de adoctrinamiento en especial para los niños y jóvenes. Posters, folletos, periódicos, colonias de verano, escuelas especiales, grupos juveniles, libros de texto y entre tantos otros, un juego de mesa que hizo furor. Se llamaba “Juden Rauss”, judíos afuera. Como el juego de la oca, era un tablero con casillas, dados y unas figuras que debían hacer el recorrido. Eran personas coronadas con sombreros largos y puntiagudos con rasgos claramente judíos según el estereotipo antisemita. Ganaba quien conseguía expulsar a todos a Palestina. Sí, a Palestina porque Israel todavía no existía, se llamaba Palestina.

Los nazis mandaban a los judíos a Palestina. Hoy, que existe Israel, deben irse. Nunca hay lugar para los judíos. Ni acá ni allá.

Se vende y distribuye hoy un juego similar con el nombre de “Ahed Tamimi y la lucha del pueblo palestino”. También hay un tablero y un derrotero que sigue la heroína según los dados vayan indicando según en qué casillero caiga.  

Ejemplos de algunos:

ahed tamimi.jpeg
  • “los vecinos y vecinas de Nabi Saleh salen a las calles a exigir que les devuelvan su manantial. Te sumás y avanzás dos casilleros”,

  • “meten preso a un familiar de Ahed. Como toda la familia tiene que ir a reclamar su libertad perdés un turno”,

  • “soldados de Israel disparan gases lacrimógenos contra los pibes, avanzás dos casilleros del susto”,

  • “Ahed tiene que viajar para dar una charla sobre la lucha de su pueblo. Esperás su regreso y perdés un turno”,

  • “una patrulla de soldados israelíes detiene a Ahed en una calle de su barrio perdés un turno”.

Igual que en el juego nazi, al seguir las instrucciones se incorpora inadvertidamente el contenido político y se lo va naturalizando, de modo que se pueda homogeneizar a la población y anestesiar su raciocinio y su moral. Gran lección del Ministerio de Propaganda nazi.

La Editorial Sudestada produce este tendencioso panfleto como buenos alumnos del nazismo y, por las dudas, le suma este argumento de venta:

"Cuando vemos algo que no está bien, que no es justo, que es un abuso... ¿hay que gritar, hay que salir a las calles, hay que protestar, hay que pelear? ¡Claro que sí! Eso hizo Ahed Tamimi, eso hace el pueblo palestino. Es por eso que queremos contarte su historia y la de todo su pueblo. Porque Ahed es una heroína, y porque su voz se escucha en estas páginas".

Claro que si se los confronta negarán antisemitismo alguno. “Estamos en contra de la ocupación israelí” dirán. Les vamos a creer cuando también estén en contra del asesinato de cristianos en Siria, del régimen dictatorial de Corea del Norte, de la expulsión de los Rohingyas por el ejército de Myanmar (a que no tienen idea de dónde está todo eso), a la hambruna en el norte de Yemen con la intervención de Irán, a la desastrosa situación en Venezuela, al conflicto entre Rusia y Ucrania, la crisis de los refugiados en Europa y tantos otros hechos que tiñen de oprobio a la condición humana. Acerca de nada de eso se habla, se difunde, se crean materiales de concientización y reflexión.

Solo cuando se trata de judíos.

Si eso no es antisemitismo, ¿el antisemitismo dónde está?  

Adoctrinamiento de niños en Argentina

La infamia se repite. Como una pesadilla sin fin la creatividad del MAL se pone en práctica dirigida al adoctrinamiento de niños. No es nuevo en la historia de la Humanidad. Durante el nazismo el Ministerio de Propaganda del Reich liderado por Joseph Goebbels se ocupó de crear, producir y difundir innumerables materiales de adoctrinamiento en especial para los niños y jóvenes. Posters, folletos, periódicos, colonias de verano, escuelas especiales, grupos juveniles, libros de texto y entre tantos otros, un juego de mesa que hizo furor. Se llamaba “Juden Rauss”, judíos afuera. Como el juego de la oca, era un tablero con casillas, dados y unas figuras que debían hacer el recorrido. Eran personas coronadas con sombreros largos y puntiagudos con rasgos claramente judíos según el estereotipo antisemita. Ganaba quien conseguía expulsar a todos a Palestina. Sí, a Palestina porque Israel todavía no existía, se llamaba Palestina.

Los nazis mandaban a los judíos a Palestina. Hoy, que existe Israel, deben irse. Nunca hay lugar para los judíos. Ni acá ni allá.

Se vende y distribuye hoy un juego similar con el nombre de “Ahed Tamimi y la lucha del pueblo palestino”. También hay un tablero y un derrotero que sigue la heroína según los dados vayan indicando según en qué casillero caiga.  

Ejemplos de algunos:

  • “los vecinos y vecinas de Nabi Saleh salen a las calles a exigir que les devuelvan su manantial. Te sumás y avanzás dos casilleros”,

  • “meten preso a un familiar de Ahed. Como toda la familia tiene que ir a reclamar su libertad perdés un turno”,

  • “soldados de Israel disparan gases lacrimógenos contra los pibes, avanzás dos casilleros del susto”,

  • “Ahed tiene que viajar para dar una charla sobre la lucha de su pueblo. Esperás su regreso y perdés un turno”,

  • “una patrulla de soldados israelíes detiene a Ahed en una calle de su barrio perdés un turno”.

Igual que en el juego nazi, al seguir las instrucciones se incorpora inadvertidamente el contenido político y se lo va naturalizando, de modo que se pueda homogeneizar a la población y anestesiar su raciocinio y su moral. Gran lección del Ministerio de Propaganda nazi.

La Editorial Sudestada produce este tendencioso panfleto como buenos alumnos del nazismo y, por las dudas, le suma este argumento de venta:

"Cuando vemos algo que no está bien, que no es justo, que es un abuso... ¿hay que gritar, hay que salir a las calles, hay que protestar, hay que pelear? ¡Claro que sí! Eso hizo Ahed Tamimi, eso hace el pueblo palestino. Es por eso que queremos contarte su historia y la de todo su pueblo. Porque Ahed es una heroína, y porque su voz se escucha en estas páginas".

Claro que si se los confronta negarán antisemitismo alguno. “Estamos en contra de la ocupación israelí” dirán. Les vamos a creer cuando también estén en contra del asesinato de cristianos en Siria, del régimen dictatorial de Corea del Norte, de la expulsión de los Rohingyas por el ejército de Myanmar (a que no tienen idea de dónde está todo eso), a la hambruna en el norte de Yemen con la intervención de Irán, a la desastrosa situación en Venezuela, al conflicto entre Rusia y Ucrania, la crisis de los refugiados en Europa y tantos otros hechos que tiñen de oprobio a la condición humana. Acerca de nada de eso se habla, se difunde, se crean materiales de concientización y reflexión.

Solo cuando se trata de judíos.

Si eso no es antisemitismo, ¿el antisemitismo dónde está?  


English translation:

INDOCTRINATION OF CHILDREN IN ARGENTINA

By Diana Wang

Infamy repeats itself. As an endless nightmare, the creativity of EVIL is applied to indoctrinate  children. This is not new in the history of Humanity. During the Nazi regime, the Reich Ministry of Propaganda led by Joseph Goebbels was devoted to creating, producing and disseminating countless indoctrination materials, especially for children and young people. Posters, flyers, newspapers, summer camps, special schools, youth groups, textbooks and, among many others, a board game that was all the rage. Its name was “Juden Rauss” – Jews Out. Like the Game of the Goose, it was a game board with squares, dices and some  game piece figurines that had to follow the track. They were people with large pointed hats with clearly Jewish features after the antisemitic stereotype. The winner was whoever managed to expel all the Jews to Palestine. Yes, to Palestine because the State of Israel did not exist yet, it was called Palestine.

The Nazis sent the Jews to Palestine. The State of Israel exists today and they must leave it. There is never place for the Jews. Neither here nor there.

Now a similar game is being sold and distributed under the name “Ahed Tamimi y la lucha del pueblo palestino“ (Ahed Tamimi and the struggle of the Palestinian people). There is also a game board and a track that the heroine follows according to throws of dices indicating on which square to land.

Some examples:

* Nabi Saleh‘s neighbors take to the streets to demand the return of their wellspring. You join them and move two squares,

*they send down one of Ahed‘s relatives. As every family has to go and reclaim its freedom, you miss a turn,

*Israeli soldiers shoot tear gas against the kids, you move two squares because of the fright,

*Ahed has to travel to give a talk about the struggle of its people. You wait for her return and miss a turn,

*a patrol of Israeli soldiers detains Ahed on a street in its neighborhood, you miss a turn.

As in the Nazi game, while following the instructions, the political content is inadvertently incorporated and naturalized, to homogenize the population and anaesthetize its reasoning and its morality. Great lesson from the Nazi Ministry of Propaganda.

Sudestada Editorial is producing this biased pamphlet, as good disciples of Nazism,  and, just in case, his selling argument is added:

“When we see something that is not right, that is not fair, it is an abuse... Do we have to shout? Do we have to take to rally? Do we have to protest? Do we have to fight? Of course we do! That is what Ahed Tamimi did, that is what the Palestinian people do. That is why we want to tell you her story and the story of her people. Because Ahed is a heroine, and because her voice is heard in these pages.”

Of course, if they were confronted, they will deny any kind of antisemitism. “We are against the Israeli occupation,” they would say. We will believe them when they are also against the murder of Christians in Syria, against the dictatorial regime in North Korea, against the expelling of the Rohingya in Myanmar (they may not even know where it is), against the famine in northern Yemen with Iran‘s intervention, against the terrible situation in Venezuela, against the conflict between Russia and Ukraine, against the refugee crisis in Europe, and many other situations that cover human condition with opprobrium. Nobody speaks, disseminates or creates materials for awareness-raising and reflection about none of those situations.

Only when it is about the Jews.

If that is not antisemitism, what is?

Publicado por Infobae el 8 de enero de 2019




Valentines vs darthesianos. El nuevo modelo de hombre.

masculinidad nueva.jpg

A Valentín de 68 años, el caso Darthés le hizo barajar y dar de nuevo. CEO de una importante multinacional, casado, tres hijos -dos mujeres y un hombre-, dos nietos, su primera reacción fue de rechazo por el descuartizamiento público del acusado, por el video de la víctima que le pareció muy bien armado, por la sospecha de objetivos políticos encubiertos, por el recuerdo de algunos hombres notorios acusados de un modo que le parecía una venganza personal y porque temía que la denuncia abriera la compuerta de muchas otras, no siempre verdaderas. Desestimó ese “griterío airado”, no le gustó, no le pareció importante. Pero todo cambió cuando llegó a su casa. Su esposa, sus dos hijas, su yerno y hasta su hijo, tomados por el tema, coincidían en que finalmente se hablaba de lo que había que hablar y que esas cosas debían salir a la luz. “Esas cosas, ¿qué cosas?” preguntó pasmado Valentín. Entonces su mujer y sus dos hijas le contaron, irritadas ante su ignorancia, varios episodios humillantes que habían debido afrontar y aguantar por ser mujeres. Confrontado e impresionado con lo que escuchaba, la denuncia contra Darthés le tocó de otra manera, comenzó a hacérsele carne.

Concienzudo y estructurado, se sumió en una exhaustiva y honesta revisión su vida desde la nueva perspectiva de lo escuchado en su propia familia. Reconoció que en su educación y formación había sido esencial la convicción de que hombres y mujeres constituían universos bien diferenciados y, especialmente, jerarquizados. Los hombres más poderosos, capaces de mandar, fuertes y racionales, protagonistas, competitivos, efectivos y autosuficientes. Las mujeres no, subalternas, emocionales, inestables, fluctuantes, domésticas, menos interesadas en lo verdaderamente importante de la vida. Nociones establecidas y rubricadas por religiones, novelas, canciones, chistes, universales y “naturales”, implicando que era como siempre había sido y cómo seguiría siendo.

El lugar de la mujer como compañera sexual también estaba claramente jerarquizado; subsidiaria del deseo del hombre, su función, tuviera o no tuviera ganas, era satisfacerlo. Valentín, como tantos, había comenzado su vida sexual con una prostituta junto con un grupo de amigos, el cuerpo femenino estaba destinado para su solaz y placer y la mujer jugaba a hacerse la difícil para estimular el deseo. Un chiste común en su adolescencia era que si una mujer decía que ‘no quería’ quería decir ‘tal vez’, que si decía ‘tal vez’ quería decir que ‘sí’ y si decía ‘sí’ era que ya no era doncella. ¡Y les causaba mucha gracia, claro!

La esposa era “la señora de”, ¿de quién? de un hombre, era su posesión, tanto que “poseer a una mujer” era sinónimo de encuentro sexual. El amo del cuerpo de la mujer, y de la mujer, era el hombre. Y el dueño, obviamente, tenía el derecho de hacer lo que quería con su objeto poseído. En ese contexto la violencia, el forzamiento y el abuso eran una consecuencia lógica. A las mujeres se sumaban los niños, feminizados por su debilidad y posición social, que también eran posesión del amo y podían ser golpeados y abusados con pleno derecho.

Anonadado por el descubrimiento dio un paso atrás respecto al rechazo que la denuncia contra Darthés le había producido. Revisó su vida entera, sus suposiciones, sus creencias, todo lo que siempre había dado por cierto respecto sobre qué era ser hombre y qué era ser mujer, los derechos de cada uno y su status social y familiar. Inteligente y valiente, se dio cuenta de que era más que su mirada sobre la mujer, que también cuestionaba seriamente su lugar como hombre incluso también respecto de otros hombres.

Recordó el miedo que había sentido cuando Esteban, su hijo, quería jugar con las muñecas de sus hermanas, el miedo de que se “volviera maricón”. ¿Qué peor? Por suerte le había salido bien, pensó con alivio. “¡¿Por suerte?!” se dijo. “¿O sea que aunque revise y cuestione lo que a todas luces es arbitrario, la cosa sigue funcionando en mi interior y sigo preso de todo lo que siempre tomé como natural y verdadero?”.

Sí Valentín, sigue funcionando. Nos llevará mucho tiempo volver sobre nuestros pasos como civilización para revisar, de verdad, las nociones en las que nos hemos criado como si fueran verdades incontrovertibles. Funciona aunque sepas que tu mujer no es menos mujer porque dirige esa ONG que tanto los enorgullece, que tu hija Sabrina no es menos mujer porque es cirujana ni tampoco tu hija Malena que está a punto de recibirse de piloto aerocomercial. Son otros modelos de mujeres que aquellos con los que te criaste y que tomaste por naturales y estamos siendo cada vez más. Corremos con lobos, amamos y acariciamos pero también inventamos, descubrimos, damos órdenes, ganamos dinero y no tenemos a la maternidad como principal objetivo en nuestra vida.

La ola que abre el caso Darthés nos da la oportunidad de revisar nuestras propias convicciones. Tanto hombres como mujeres. Porque las mujeres hemos sido criadas en el mismo contexto machista que los hombres y lo perpetuamos en la educación que le damos a nuestros hijos. Y no se trata solo de sexo, la violencia sexual es la punta del iceberg. Cito a Inés Hercovich: “... el colectivo de las mujeres ocupa un lugar de inferioridad dentro del sistema, pero también hay mujeres que oprimen a mujeres. Y en el colectivo de los hombres no todos sacan ventajas, también hay hombres que están marginados, que sufren mucha violencia”.

Valentín hizo honor a su nombre. Los darthesianos negadores, los que no se atreven a decir ‘me equivoqué’ están siendo reivindicados por los valentinos aceptadores, los que se atreven a revisar, cuestionar y refundar su masculinidad. Más hombres que nunca, mejor hombres que nunca, están decididos a serlo sin que ello implique el derecho a denostar, humillar, discriminar laboralmente, inferiorizar, golpear, asesinar ni poseer a ninguna mujer. Son los que se esfuerzan voluntariamente en reinventarse y elegir vivir sin someterse a las relaciones de dominio de género, sin víctimas ni perpetradores. El nuevo modelo de hombre.

Dijo Rita Segato: Que la mujer del futuro no sea el hombre que estamos dejando atrás

Darthés es más que Darthés

https://www.google.com.uy/search?q=violaci%C3%B3n+abuso+sexual+acoso&rlz=1CASMAI_enUS824US824&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiVk7Cm6Z_fAhVBhpAKHZAKDhwQ_AUIDigB&biw=1300&bih=573#imgrc=_z1pqP9FwEOokM:

De pronto el dique explotó. Siglos de vidas femeninas fueron haciendo de las memorias de los abusos sexuales un océano profundo e inconmensurable que ahora derrama de manera incontenible relatos, angustias y memorias secretas, humillantes y avergonzadas.

¿Qué mujer no ha tenido en el transcurso de su vida un momento o un hecho de abuso que guarda como recuerdo emponzoñado? El “mirá cómo me pongo” es un cachetazo a la sociedad porque permite que comience a asomar la falaz naturalización del abuso.

El cuerpo de la mujer, endiosado como portador de nueva vida, también estuvo teñido de sexo y pecado. Solo cuerpo, cuerpo sagrado cuando gestante y amamantante, cuerpo pecaminoso cuando deseante y provocador, cuerpo culpable. Ellas y sus pechos turgentes, sus caderas rotundas, sus cinturas voluptuosas, sus piernas abrazantes, sus ojos hechiceros, ellas ofrecen, ellas buscan, ellas piden. Nublan la voluntad y encienden el deseo. Son diabólicas. El canto de sirenas femenino atrae de manera hipnótica y los hombres van tras ellas atontados, atrapados en sus redes seductoras y privados de voluntad.

Las mujeres también lo creíamos. Por eso ante el abuso, el acoso o la violación nos sentíamos oscuramente culpables, temíamos haber hecho algo para encender el deseo de ese pobre hombre que no había podido contenerse. No sabíamos qué pero por las dudas callábamos como si fuera una evidencia más de nuestra “natural” culpabilidad.

“Ni una más”, “me too”, “mirá cómo me pongo” son consignas desgarradas que se gritan colectivamente, fuego en los ojos, rabia acumulada vuelta alarido. Cuando el péndulo del silencio, tantos siglos frenado, se destraba, salta con violencia y rebota en el extremo opuesto. Los primeros casos son los paradigmáticos. Weinstein y Darthés son los primeros receptores de aquella rabia, aquella mordaza, aquella humillación cuando no hay más vergüenza y un colectivo de mujeres se anima a decir “a mí también me pasó, yo también me sentí culpable sin saber por qué,  yo también lo callé con vergüenza”.

No me gustan los escraches ni el escarnio público de nadie, pero sé que el péndulo liberado salta con un resorte que lo impulsa sin freno. Habrá que aguantar el embate. La denuncia y la exposición son inevitables porque Weinstein y Darthés son más que Weinstein y Darthés. Además de lo que hicieron, representan a todos los hombres que nos miraron con lascivia, que nos sobaron y toquetearon, que nos vendieron y compraron como cuerpos sin derecho ni voluntad, que nos golpearon, que nos violaron, que nos castigaron y asesinaron.

Llegará un tiempo de temperancia cuando la rabia tenga un cauce socialmente aceptado y el abuso sea vivido como delito. Se abren nuevas conversaciones para mujeres, para hombres y entre mujeres y hombres.



Publicado en La Nación






Captura de pantalla 2018-12-14 a la(s) 17.13.00.png

Barenboim y la vergüenza

37728333_10156553324388774_8273579511568662528_n.jpg

Me gusta la música de Liszt. Me gusta la música de Wagner. Me gusta la música de Barenboim. No sus ideas.

Todos tenemos derecho a pensar como nos plazca. Pero hay personalidades tan relevantes que debieran tener el tino de pensar antes de hablar públicamente. El talento musical de Barenboim lo ubica en un lugar de gran responsabilidad. No puede decir cualquier cosa.

Nos avergonzamos de mojar la cama, de que nos vean desnudos, de que seamos descubiertos en alguna circunstancia íntima y privada. No nos avergonzamos de un gobierno. Nos oponemos a él, lo criticamos y/o hacemos algo para cambiarlo. En especial, y no es un aspecto menor, tratándose de Israel, este judío del mundo que, haga lo que haga, es culpable solo por el pecado de ser.

A pesar de su berrinchosa, irresponsable, efectista, sesgada y provocativa declaración de vergüenza, seguiré disfrutando de su música así como siempre hice con la de Liszt y Wagner.

Publicado en Cartas al País de Clarin: https://goo.gl/Lk5AXr 26/7/18

Publicado en Cartas de Lectores en La Nación https://goo.gl/yJZcUL 27/7/18

El Judaísmo No Es un Protagonista Importante en la Historia de la Humanidad

Uno de los valores más importantes y bellos del judaísmo es la modestia. Haríamos bien en tomar en serio este valor al considerar el impacto de la religión en la humanidad a través de las épocas.

Por Yuval Noah Harari - 31 de julio de 2016

Aunque muchos israelíes están convencidos de que la historia de la raza humana gira en torno al judaísmo y al pueblo judío, en verdad, el judaísmo ha desempeñado un papel relativamente menor en los anales de nuestra especie. A diferencia de religiones universales como el cristianismo, el Islam y el budismo, el judaísmo es un credo tribal. Se centra en el destino de una pequeña nación y una diminuta tierra, y tiene poco interés en el destino de todas las demás personas y todos los demás países. Por ejemplo, le importan poco los eventos en China o acerca de la gente de Nueva Guinea. No es de extrañar, por lo tanto, que su papel histórico fue limitado.

Cierto es que el judaísmo engendró el cristianismo e influyó en el nacimiento del Islam como una de las religiones más importantes de la historia. Sin embargo, el mérito de los logros globales del cristianismo y el Islam, así como la culpa por sus muchos crímenes, pertenece a los cristianos y musulmanes mismos, en lugar de a los judíos. Del mismo modo que sería injusto culpar al judaísmo de las matanzas masivas de las cruzadas (el cristianismo es 100 por ciento culpable), tampoco hay razón para atribuir al judaísmo la fundamental idea cristiana de que todos los seres humanos son iguales ante Dios (una idea que está en directa contradicción con la ortodoxia judía).

El papel del judaísmo en la historia de la humanidad es un poco como el papel de la madre de Newton en la historia de la ciencia. Es verdad que sin la madre de Newton no habríamos tenido a Newton, y que la personalidad, las ambiciones y las opiniones de Newton fueron probablemente moldeadas, en gran medida, por sus relaciones con su madre. Pero al escribir la historia de la ciencia, nadie espera un capítulo completo sobre la madre de Newton. De manera similar, sin el judaísmo, no habríamos tenido el cristianismo, pero eso no merece darle mucha importancia al judaísmo al escribir la historia del mundo. El tema crucial es lo que hizo el cristianismo con su legado judío. Esta idea puede conmocionar y molestar a muchos israelíes, quienes son educados para pensar que el judaísmo es el héroe central de la historia humana.

Los niños israelíes generalmente terminan sus 12 años escolares sin recibir una imagen clara de los procesos históricos globales. Aunque aprenden sobre el Imperio Romano, la Revolución Francesa y la Segunda Guerra Mundial, estos rompecabezas aislados no se suman a ninguna narración general. En cambio, la única historia coherente ofrecida por el sistema escolar israelí comienza con la Biblia hebrea, continua hasta la era del Segundo Templo, salta a varias comunidades judías en la Diáspora, y culmina con el surgimiento del sionismo, el Holocausto y el establecimiento del Estado de Israel. La mayoría de los estudiantes terminan la escuela, convencidos de que esta debe ser la trama principal de toda la historia humana. Incluso cuando los alumnos escuchan sobre el Imperio Romano o la Revolución Francesa, la discusión en clase se centra en la forma en que el Imperio Romano trató a los judíos o en el estado legal y político de los judíos en la República Francesa. A las personas alimentadas con una tal dieta histórica les cuesta mucho asimilar la idea de que el judaísmo, de hecho, tuvo un impacto relativamente pequeño en el mundo en general.

Iom Kippur por Isidor Kaufmann (antes de 1907). En esta foto de archivo del domingo 14 de marzo de 2010, un judío ultraortodoxo escribe algunas de las últimas palabras en un rollo de la Torá antes de que sea llevado del Muro Occidental a la sinagoga…

Iom Kippur por Isidor Kaufmann (antes de 1907). En esta foto de archivo del domingo 14 de marzo de 2010, un judío ultraortodoxo escribe algunas de las últimas palabras en un rollo de la Torá antes de que sea llevado del Muro Occidental a la sinagoga de Hurva en Dan Balilty de Jerusalén, AP.

No hace falta decir que el pueblo judío es un pueblo singular con una historia asombrosa (aunque esto es cierto para la mayoría de los pueblos). De manera similar, huelga decir que la tradición judía está llena de profundos conocimientos y nobles valores (aunque también está llena de algunas ideas cuestionables y de actitudes racistas, misóginas y homofóbicas). También es cierto que, en relación con su tamaño, el pueblo judío ha tenido un impacto desproporcionado en la historia de los últimos 2.000 años. Pero cuando nos fijamos en el panorama general de nuestra historia como especie, desde la aparición del Homo Sapiens hace más de 100.000 años, es obvio que la contribución judía a la historia fue muy limitada. Los humanos se asentaron en todo el planeta, adoptaron la agricultura, construyeron las primeras ciudades e inventaron la escritura y el dinero, miles de años antes de la aparición del judaísmo.

Incluso en los últimos dos milenios, si nos fijamos en la historia desde la perspectiva de los chinos o de los indios nativos americanos, es difícil ver una contribución judía importante, excepto a través de la mediación de cristianos o musulmanes. Por lo tanto, la Biblia hebrea finalmente se convirtió en una piedra angular de la cultura humana global porque fue muy bien acogida por el cristianismo. En contraste, el Talmud, cuya importancia para la cultura judía sobrepasa a la de la Biblia, fue rechazado por el cristianismo y, en consecuencia, siguió siendo un texto esotérico apenas conocido por los árabes, los polacos o los holandeses, sin mencionar a los chinos y los mayas. Aunque las comunidades judías que estudiaron el Talmud se extendieron por gran parte del mundo, no desempeñaron un papel clave en la construcción de los imperios chinos, en los primeros viajes modernos de descubrimiento, en el establecimiento del sistema democrático o en la Revolución Industrial. La moneda, la universidad, el parlamento, el banco, la brújula, la imprenta y la máquina de vapor fueron inventados por gentiles.

Ética antes de la Biblia

Los israelíes, a menudo, usan la expresión ‘las tres grandes religiones’, pensando que estas religiones son el cristianismo (2 mil millones de creyentes), el islam (1,5 mil millones) y el judaísmo (15 millones). El hinduismo, con sus mil millones de creyentes, y el budismo, con sus 500 millones de seguidores, sin mencionar la religión sintoísta (50 millones) y la religión sij (25 millones), no lograron estar incluidos. Este deformado concepto de las tres grandes religiones, a menudo implica, en la mente de los israelíes, que todas las principales tradiciones religiosas y éticas surgieron del útero del judaísmo, que fue la primera religión en predicar las reglas éticas universales. Como si los humanos, antes de los días de Abraham y Moisés, vivieran en un estado de naturaleza hobbesiano, sin ningún compromiso moral, y como si toda la moralidad contemporánea derivara de los Diez Mandamientos. Esta es una idea infundada y algo racista, que ignora muchas de las tradiciones éticas más importantes del mundo.

Las tribus cazadoras-recolectoras de la Edad de Piedra tenían códigos morales decenas de miles de años antes de Abraham. Cuando los primeros colonos europeos llegaron a Australia, a fines del siglo XVIII, se encontraron con tribus aborígenes que tenían una cosmovisión ética bien desarrollada, a pesar de ser totalmente ignorantes de Moisés, Jesús o Mahoma. De hecho, los científicos, hoy en día, señalan que la moralidad tiene raíces evolutivas, y que está presente en la mayoría de los mamíferos sociales, como los lobos, los delfines y los monos. Por ejemplo, cuando los cachorros de lobo juegan entre sí, tienen reglas de juego justas. Si un cachorro muerde demasiado fuerte, o continúa mordiendo a un oponente que se ha volteado sobre su espalda y se ha rendido, los otros cachorros dejarán de jugar con él.

En un divertido experimento, el primatólogo Frans de Waal colocó dos monos capuchinos en dos jaulas adyacentes, para que cada uno pudiera ver todo lo que el otro estaba haciendo. De Waal y sus colegas colocaron pequeñas piedras dentro de cada jaula, y entrenaron a los monos para que les dieran estas piedras. Cada vez que un mono entregaba una piedra, recibía comida a cambio. Al principio, la recompensa fue un pepino. Ambos monos estaban muy contentos con eso, y comían felizmente su pepino.

Australianos aborígenes. En el siglo XVIII tenían un mundo ético bien desarrollado, a pesar de ignorar a Moisés, Jesús y Mahoma. Mark Graham, AP

Australianos aborígenes. En el siglo XVIII tenían un mundo ético bien desarrollado, a pesar de ignorar a Moisés, Jesús y Mahoma. Mark Graham, AP

Después de algunas rondas, De Waal pasó a la siguiente etapa del experimento. Esta vez, cuando el primer mono entregó una piedra, obtuvo una uva. Las uvas son mucho más sabrosas que los pepinos. Sin embargo, cuando el segundo mono entregó una piedra, siguió recibiendo sólo un pepino. El segundo mono, que previamente había sido muy feliz con su pepino, se indignó. Tomó el pepino, lo miró por un momento con incredulidad, y luego se lo arrojó a los científicos con ira, saltando y chillando. No es tonto. La igualdad y la justicia social fueron valores centrales en la sociedad de los monos capuchinos cientos de miles de años antes de que el profeta Amos se quejara de las élites sociales: No oprimas a los pobres ni a los necesitados (Amos 4: 1), y antes de que el profeta Jeremías predicara no oprimir al extranjero, al huérfano o a la viuda (Jeremías 7:6).

Incluso entre los Homo Sapiens que vivían en el antiguo Medio Oriente, los profetas bíblicos tenían precedentes. ‘No asesinarás’ y ‘No robarás’ eran bien conocidos en los códigos legales y éticos de las ciudades estado de Sumeria, del Egipto faraónico y del Imperio babilónico. Mil años antes que Amos y Jeremías, el rey babilonio Hammurabi explicó que los grandes dioses le instruyeron para que prevalezca la justicia en la tierra, para erradicar a los perversos y a los malvados, para evitar que los fuertes opriman a los débiles.

Mientras tanto, en Egipto, siglos antes del nacimiento de Moisés, los escribas anotaron la historia del campesino elocuente, que cuenta acerca de un campesino pobre cuya propiedad fue robada por un codicioso terrateniente. El campesino se presentó ante los funcionarios corruptos del Faraón, y como no lo protegieron, comenzó a explicarles por qué deben hacer justicia y, en particular, defender a los pobres de los ricos. En una colorida alegoría, este campesino egipcio explicó que las escasas posesiones de los pobres son como su propio aliento, y la corrupción oficial los sofoca al obstruirles el pasaje del aire por sus narices.

Muchas leyes bíblicas copian reglas que eran aceptadas en Mesopotamia, Egipto y Canaán siglos, e incluso milenios, antes del establecimiento de los reinos de Judea e Israel. Si el judaísmo bíblico dio a estas leyes un giro único, fue al convertirlas de normas universales en códigos tribales dirigidas principalmente al pueblo judío.

La moralidad judía se formó inicialmente como un asunto tribal exclusivo, y permaneció así, de algún modo, hasta el siglo XXI. La Biblia, el Talmud y muchos rabinos, aunque no todos, sostuvieron que la vida de un judío es más valiosa que la vida de un gentil, razón por la cual, por ejemplo, los judíos pueden profanar el Shabat para salvar a un judío de la muerte, pero está prohibido hacerlo si se trata meramente de salvar a un gentil (Talmud de Babilonia, Yoma, 84:2).

Algunos sabios judíos argumentaron que incluso el famoso mandamiento ‘amarás a tu prójimo como a ti mismo’ se refiere únicamente a los judíos, y no hay ningún mandamiento de amar a los gentiles. De hecho, el texto original del Levítico dice: ‘no busques venganza ni le guardes rencor a nadie entre tu pueblo, sino que ames a tu prójimo como a ti mismo’ (Levítico 19:18), lo que hace sospechar que ‘nuestro prójimo’ se refiere solamente a miembros de nuestra gente.

Fueron solo los cristianos quienes seleccionaron algunos trozos del código moral judío, los convirtieron en mandamientos universales y los difundieron por todo el mundo. De hecho, el cristianismo se separó del judaísmo precisamente por esa razón. Mientras que muchos judíos hasta el día de hoy creen que la llamada gente de Hosen está más cerca de Dios que otras naciones, el fundador del cristianismo, San Pablo Apóstol, estipuló en su famosa Epístola a los Gálatas que aquí no se es ni judío ni gentil, ni esclavo ni libre, ni se es varón ni hembra, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús (Gálatas 3:28).

Una estatua de Buda tibetano. El budismo se encuentra entre un puñado de religiones que han influido en miles de millones, para bien o para mal. Vivek Prakash, Reuters

Una estatua de Buda tibetano. El budismo se encuentra entre un puñado de religiones que han influido en miles de millones, para bien o para mal. Vivek Prakash, Reuters

Y debemos enfatizar nuevamente que, a pesar del enorme impacto del cristianismo, esta no fue definitivamente la primera vez que un ser humano predicó una ética universal. La Biblia está lejos de ser la fuente exclusiva de la moralidad humana (y por suerte, teniendo en cuenta las muchas actitudes racistas, misóginas y homofóbicas que contiene). Confucio, Lao Tse, Buda y Mahavira establecieron códigos éticos universales mucho antes que Pablo y Jesús, sin saber nada sobre la tierra de Canaán o los profetas de Israel. Unos 500 años antes que el rabino Hillel el Viejo, Confucio enseñaba que cada persona debe amar a los demás como se ama a sí mismo. Y en una época en que el judaísmo aún ordenaba el sacrificio de animales y el exterminio sistemático de poblaciones humanas enteras (los amalekitas y los cananeos), Buda y Mahavira ya instruían a sus seguidores a evitar dañar no solo a todos los seres humanos, sino a cualquier ser sensible, incluido insectos.

Física judía, biología cristiana

Recién en los siglos XIX y XX vemos una verdadera contribución judía realmente extraordinaria para el conjunto de la humanidad, a saber, el papel de los judíos en la ciencia moderna. Además de nombres tan conocidos como Einstein y Freud, alrededor del 20 por ciento de todos los ganadores del Premio Nobel en ciencias han sido judíos, aunque los judíos constituyen menos del 0,2 por ciento de la población mundial. Pero debe enfatizarse que esto ha sido una contribución de judíos individuales más que del judaísmo como una religión o una cultura. La mayoría de los científicos judíos importantes de los últimos 200 años actuaron fuera de la esfera religiosa judía. De hecho, los judíos comenzaron a hacer su notable contribución a la ciencia una vez que abandonaron las yeshivas a favor de los laboratorios.

Sigmund Freud en su sala de trabajo en 1938.

Sigmund Freud en su sala de trabajo en 1938.

Antes de 1800, el impacto judío en la ciencia era limitado. Naturalmente, los judíos no desempeñaron un papel significativo en el progreso de la ciencia en China, en la India o en la civilización maya. En Europa y Medio Oriente, algunos pensadores judíos, tales como Maimónides, tuvieron una influencia significativa en sus colegas gentiles, pero el impacto judío en general era más o menos proporcional a su peso demográfico. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, el judaísmo no fue instrumental para el estallido de la revolución científica. A excepción de Spinoza (que fue excomulgado por sus dificultades con la comunidad judía), no puede nombrarse a un solo judío que fuera fundamental para el nacimiento de la física, la química, la biología o las ciencias sociales modernas. No sabemos qué estaban haciendo los ancestros de Einstein en tiempos de Galileo y Newton, pero con toda probabilidad estaban mucho más interesados n estudiar el Talmud que en estudiar la luz y la gravedad.

El gran cambio ocurrió recién en los siglos XIX y XX, cuando la secularización y el movimiento de la Ilustración judía hicieron que muchos judíos adoptaran la cosmovisión y el estilo de vida de sus vecinos gentiles. Los judíos comenzaron a unirse a las universidades y centros de investigación de países como Alemania, Francia y los Estados Unidos. Los eruditos judíos trajeron de los guetos y shtetls legados culturales importantes. El valor central de la educación en la cultura judía fue una de las razones principales del extraordinario éxito de los científicos judíos.

Otros factores incluyeron el deseo de una minoría perseguida de demostrar su valía y a las barreras que impedían a los talentosos judíos progresar en otras instituciones antisemitas, como el ejército y la administración estatal.

Sin embargo, aunque los científicos judíos trajeron con ellos la excelente disciplina de las yeshivas y una profunda fe en el valor del conocimiento, es difícil decir que también trajeron un bagaje útil de ideas y puntos de vista concretos. Einstein era judío, pero la teoría de la relatividad no era física judía. ¿Qué tiene que ver la fe en lo sagrado de la Torá con la idea de que la energía es igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado? En aras de comparación, Darwin era cristiano e incluso comenzó sus estudios en Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote anglicano. ¿Implica esto que la teoría de la evolución es una teoría cristiana? Sería ridículo enumerar la teoría de la relatividad como una contribución judía a la humanidad, así como sería ridículo atribuirle al cristianismo la teoría de la evolución.

El físico Albert Einstein (1879 - 1955) de pie junto a una pizarra con cálculos matemáticos escritos con tiza. Hulton Archive, Getty Images

El físico Albert Einstein (1879 - 1955) de pie junto a una pizarra con cálculos matemáticos escritos con tiza. Hulton Archive, Getty Images

De manera similar, es difícil ver algo particularmente judío en la invención del proceso para sintetizar amoníaco por Fritz Haber (Premio Nobel de Química, 1918); en el descubrimiento del antibiótico estreptomicina por Selman Waksman (Premio Nobel de Fisiología o Medicina, 1952); o en el descubrimiento de los cuasi cristales por Dan Shechtman (Premio Nobel de Química, 2011). En el caso de los eruditos de las humanidades y las ciencias sociales como Sigmund Freud, sus herencias judías tal vez tuvieron un impacto más profundo en sus ideas. Sin embargo, incluso en estos casos, las discontinuidades son más evidentes que los vínculos supervivientes. Los puntos de vista de Freud sobre la psique humana eran muy diferentes de los del rabino Joseph Caro o el rabino Yojanan ben Zakkai, y no descubrió el complejo de Edipo al leer detenidamente el Shuljan Aruj (el código de la ley judía) o la Mishná.

Para resumir, el énfasis judío en la educación y el aprendizaje probablemente hizo una importante contribución al éxito excepcional de los científicos judíos. Sin embargo, fueron pensadores gentiles los que sentaron las bases para los logros de Einstein, Haber y Freud. La Revolución Científica no fue un proyecto judío, y los judíos encontraron su lugar en ella solo cuando se mudaron de las yeshivas a las universidades. De hecho, el hábito judío de buscar respuestas a todas las preguntas leyendo textos antiguos fue un obstáculo muy significativo para la integración judía en el mundo de la ciencia moderna, donde las respuestas provienen de observaciones y experimentos. Si hubo algo acerca de la religión judía que necesariamente conduce a avances científicos, ¿por qué entre 1905 y 1933, 10 judíos alemanes seculares ganaron los Premios Nobel en química, medicina y física, pero durante el mismo período ni un solo judío ultraortodoxo o un solo judío búlgaro o yemenita ganó un Premio Nobel?

Para que no sea sospechoso de ser un judío auto-odioso y antisemita, me gustaría enfatizar que no estoy diciendo que el judaísmo era una religión particularmente malvada o ignorante. Todo lo que digo es que no fue particularmente importante para la historia de la humanidad. Durante muchos siglos, el judaísmo fue la religión humilde de una pequeña minoría perseguida que prefería leer y contemplar en lugar de construir imperios y quemar a los herejes en la hoguera.

Los antisemitas suelen pensar que los judíos son muy importantes. Los antisemitas imaginan que los judíos controlan el mundo, o el sistema bancario, o al menos los medios de comunicación, y que tienen la culpa de todo, desde el calentamiento global hasta los ataques del 11 de septiembre.

A los antisemitas les diría: Supérenlo. Los judíos pueden ser personas muy interesantes, pero cuando se mira el panorama general, deben darse cuenta de que han tenido un impacto muy limitado en el mundo. A lo largo de la historia, los seres humanos hemos creado cientos de diferentes religiones y sectas. Un puñado de ellas, el cristianismo, el islamismo, el hinduismo, el confucianismo y el budismo influyeron en miles de millones de personas (no siempre para lo mejor).

La gran mayoría de los credos como la religión Bon, la religión Yoruba y la religión judía tuvieron un impacto mucho menor. Uno de los valores centrales y más bellos del judaísmo es la modestia. Haríamos bien en tomar este valor en serio.

El profesor Yuval Noah Harari imparte clases en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Es el autor de Sapiens: Una breve historia de la humanidad, y de Homo Deus: Una breve historia del futuro (de próxima aparición en inglés). Su website: www.ynharari.com

Traducido para Generaciones de la Shoá por José Blumenfeld

 

No sabía que no había sido feliz

valle-hermoso-6.jpg

Agustín era el segundo de siete hermanos. Vivía en una pobre choza en las afueras de Valle Hermoso, Córdoba, en un paraje escondido en medio de la naturaleza cerca del arroyo Vaquerías. Su papá era el encargado de cuidar, administrar y manejar una tropilla de caballos para uso turístico. Su mamá cocinaba tortas fritas que Agustín y sus hermanos llevaban caminando a La Falda y vendían por la calle o a los pasajeros del tren cuando se detenía en la estación. Llegaban a la escuela caminando, pero cuando el papá debía llevar la tropilla al pueblo iban también a caballo. Bombeaban agua del pozo, no había luz eléctrica y los siete hermanos se acomodaban en las tres camas disponibles.

En el verano hacían correrías con sus alpargatas gastadas y se atiborraban con el piquillín que crecía en las sierras. Se bañaban en el arroyo, hacían sapitos en el agua y después se tiraban en el pasto mirando el baile de las mariposas mientras la tibieza del sol los iba secando. En el invierno las condiciones eran menos benévolas, pero nunca faltaron juegos ni alegrías. Era muy travieso y no siempre lograba esquivar los chancletazos no muy fuertes de su madre llamándolo al orden. Pícaro, sagaz y astuto ya desde chico, era un eximio jugador de truco que los grandes elegían cuando les faltaba el cuarto. Amaba ayudar a su padre a ensillar los caballos, cepillarlos, darles de comer. Eran sus amigos, conocía a cada uno y todas las mañanas corría al establo a darles los buenos días.

Agustín era el mayor de los tres varones y superaba a los más chicos con su mágica habilidad para el fútbol. Corría con esa pelota de trapo hecha por la mamá como si estuviera adherida a los pies, hacía con ella lo que quería, parecía una mascota que lo seguía por donde fuera.

A los 17 años, un entrenador porteño que lo vio jugar le propuso probarlo en el club. Un sueño hecho realidad. Con el consentimiento de sus padres, un día de fines del verano de 1958 se subió al Rayo de Sol rumbo a Buenos Aires, lleno de recomendaciones por los peligros de la gran ciudad.

De Retiro lo llevaron a la pensión en donde se alojaban los llegados del interior. Con los ojos así de abiertos, el miedo de pasar por pajuerano y el asombro ante las cosas que veía, conoció a los otros tres chicos que compartían la pieza. No todos provenían de hogares humildes como el suyo y cada chico le hizo ver que había otras vidas, otras historias, otras experiencias.

Héctor, rosarino, iba los sábados a un cine que daba tres películas de corrido, con número vivo y un señor que pasaba con golosinas y hasta bombones helados. Miguel venía de La Plata y contó que había estado varias veces en Buenos Aires, en el zoológico y en el Parque Retiro, donde había juegos maravillosos, laberintos, espejos raros, una vuelta al mundo. ¿Qué sería eso? Debía ser increíble. A Ricardo le festejaban sus cumpleaños en Malargüe con globos, un mago, regalos.

Agustín escuchaba sorprendido y maravillado. Se acostó esa noche pensando que de chico había tenido mucha suerte porque no se había dado cuenta de que no había sido feliz.

https://goo.gl/BoLo1V