Hijo mío, te ves mal
Tenés que cuidarte más
No olvides nunca tus vitaminas
Tapate bien cuando hace frío.
Yo sé que ya no tenés nueve años
Pero todavía sos mi hijito.
Ellas siempre están en alerta
Las madres judías
Creo que hacés demasiado deporte
Dicen que no es muy saludable
Es peligroso hacer tantos esfuerzos
¿Realmente lo necesitás?
Yo sé que ya no tenés quince años
Pero todavía sos mi hijito
Siempre están preocupadas y emocionadas
Las madres judías
Te compré dos corbatas
Te pusiste la azul con lunares
Cuando viniste en shabat
¿Por qué? ¿la otra no te gustó?
Yo sé que ya no tenés veinte años
Pero todavía sos mi hijito
A veces son muy excesivas
Las madres judías
Con este abrigo que te hice
Ibas a ser abogado, doctor,
Te gusta más hacer de cantor
Y abandonarme por meses
Yo sé que ya no tenés treinta años
Pero todavía sos mi hijito
Son amables y atentas
Las madres judías
Tu esposa es casi una nena
¿Cómo puede cuidarte?
Ni siquiera sabe cómo cocinar
Afortunadamente estoy aquí
Ya sé que ya no tenés cuarenta años
Pero todavía sos mi hijito
Pueden ser posesivas
Las madres judías
Es que yo te conozco bien
Te hago los platos que preferís
Te tejo los echarpes
Pares de guantes, suéteres
Ya sé que ya no tenés cincuenta años
Pero todavía sos mi hijito
Son realmente muy activas
Las madres judías
Vamos cariño, vamos mi chiquito,
No tengas miedo, no lloro
Incluso aunque nunca me llames
Hago todo sola y a nadie le importa
Lo sé, ya no tenés sesenta años
Pero todavía sos mi hijito
Son muy tiernas e ingenuas
Las madres judías
Cuando mamá, ya chiquita, me habló así
Me resultó insoportable
Abrumado desde su ausencia
Sueño con escucharla todas las noches
Lo sé, ya no tenés setenta años
Pero todavía sos mi hijito
Era pura como el agua blanca
Mi madre judía