En las charlas TED se descubrió que quien más cambiaba era el orador. La elección del tema, la elaboración del guión, el aprendizaje de cómo entregarlo para que llegue, la brevedad y concisión requeridas, son un aprendizaje tan potente que produce modificaciones insospechadas en quien construye la charla.
Esa evidencia gestó la idea de los Clubes TED. Se capacita a docentes de las escuelas que quieren participar para que estimulen, entusiasmen y guíen a los alumnos en la elección de un tema que les conmueva e importe y en la construcción de la charla que lo transmita.
Tuve el honor y el orgullo de estar presente en una de las muestras, la que tuvo lugar el 20 de septiembre en el Instituto Ana María Janer. Se trata de un colegio católico y uno de sus profesores, José María Tejedor, titular de Filosofía, estuvo en el evento para presentar a los docentes el programa. Fui convocada en esa oportunidad para dar mi charla sobre el Proyecto Aprendiz.
Unos meses más tarde, el profesor Tejedor me envía un correo diciendo que una alumna suya quiere hacer una charla con parte de mi vida, si no me oponía a ello y si querría darle una mano. Claro que sí, le respondí y comenzó un intercambio de correos con Fernanda que me pedía información y referencias. Y un día me avisa que se hará la muestra y que sería para ella una alegría tenerme presente. Y allí fui.
Fueron 90 los chicos que armaron cada uno su charla pero solo 20 se animaron a presentarla en la muestra general.
La de Fernanda Magaña se llamó "Las personas no somos objetos" y tomó la historia de Zenus, mi hermanito perdido y lo que le pasó en la Shoá y debido a la Shoá, para ejemplificar hasta donde puede llegar la cosificación y deshumanización de las personas.
En ese enorme salón lleno de docentes, chicos y sus familiares, la voz de Fernanda le dio otra melodía a mi historia tan conocida. Verla y oírla, con esa pasión y esa frescura, con esa sensibilidad e inteligencia, me remontó más lejos y más alto de lo que podía haber imaginado. Cuando dijeron que la Diana de la que se hablaba estaba ahí y me hicieron subir se vino abajo de aplausos. Y no eran para mí, ni tampoco para Fernanda, eran para este maravilloso dispositivo de apropiación y transmisión que aplica la gente de TED en Argentina y que permite que los chicos investiguen cosas que les interesan y que sean protagonistas de su educación.